Ha culminado el proceso electoral extraordinario y la ONPE ya emitió los resultados oficiales al 100% de actas procesadas y contabilizadas. La derecha con una mayoría absoluta, un UPP con los votos de Antauro –que esperamos no defrauden-, el FREPAP como la tercera fuerza política y la izquierda con una sola bancada: el Frente Amplio.

En un proceso electoral extraordinario totalmente desigual, una de las prioridades del parlamento deberá ser una auténtica reforma política, es decir, sobre los criterios del financiamiento de partidos y de campaña. Por ejemplo, hemos visto campañas millonarias como las de Somos Perú y APP, que ahora tendrán que rendir cuentas y la ONPE investigar la procedencia del dinero. Por otro lado, hemos tenido partidos que reciben financiamiento del Estado para hacer proselitismo, por ejemplo el Frente Amplio recibió s/ 2.3 millones por año, tras su participación en las elecciones presidenciales del año 2016, es decir, en los últimos 04 años recibió más de s/ 9.2 millones para fortalecerse como partido político. Así también están los partidos que no reciben absolutamente nada.

Es imposible el fortalecimiento de partidos políticos con una reforma política que no resuelva las diferencias enormes en financiamiento público y privado para los procesos electorales.

A pesar de las desigualdades en la campaña, el partido provinciano Perú Libre sacó 502,898 votos a nivel nacional (3.4%) y superó la satanización y el terruqueo de la concentración de medios.

A diferencia de los dos partidos de izquierda en contienda, Frente Amplio y Juntos Por el Perú, el partido de Vladimir Cerrón responde a su propia estructura orgánica y sus comités regionales. Sin alianzas ni acuerdos políticos. Ese medio millón de votos son los sueños y las esperanzas de un pueblo que pide a gritos una Nueva Constitución y un país con más oportunidades.

En el Siglo XXI, y después de la guerra interna en el Perú, era muy difícil que un partido provinciano que agita el socialismo sin temores, gane militancia, gente comprometida con su país y juventud capaz de dar sus energías para cambiar este país.

No se puede hacer un análisis de las elecciones sin resaltar el trabajo y el entusiasmo de la militancia, que sin nada a cambio hacía campaña en la madrugada y al día siguiente desde las primeras horas, ya que un canal por ahí nos dio un espacio en una plaza pública, porque sabíamos que era necesario, porque todos los canales y la prensa escrita nos cerraron la puerta, ni siquiera hubo espacio para replicar las acusaciones que nos hacían.

Ahora esa militancia y la juventud tienen la tarea de seguir trabajando y hacer que el partido y la política sean parte de su vida, hacer vida partidaria es la tarea, además de comprender que no podemos seguir cometiendo los errores de la vieja izquierda de la capital: Inflar comités cascarones para seguir en el cargo eternamente. El papel aguanta todo, pero sin poner en riesgo la organización partidaria.

‘‘Hay que cuidar la unidad del partido como la niña de nuestros ojos’, decía Lenin, con absoluta razón. Peru Libre es la única herramienta popular que tiene nuestro pueblo, de poder militar y hacer vida política para llegar al poder político. Cuidar su estructura, su organización y su carácter ideológico es la prioridad. Combatir las desviaciones ideológicas, el oportunismo y las infiltraciones.

Construyamos ese partido de la clase trabajadora, que pueda responder a la arremetida de los medios y la arremetida judicial, y donde nuestro pueblo ya depositó medio millón de sueños y esperanzas.

Noel Jaimes Tarazona
PERU LIBRE